CONSTRUIR Y DESTRUIR
La vida es un instante, está hecha sólo de momentos. Construimos recuerdos. Las relaciones de todo tipo: familiares, sentimentales (parejas), amistades, todas sin exclusión están sometidas a riesgo, de igual manera que una estructura de esas en las cuales solemos vivir: los cimientos, los peldaños, el esfuerzo que conlleva. Ocurre que no se les suele dar importancia a cosas cotidianas, en verdad que no se acostumbra, y es donde radica el fundamento de todo lo que es nuestro existir. Hay quien aún cree (muchos) en familias que, por serlo, están destinadas a cosas que nadie desearía. Los desencuentros, se da por sentado que "pasarán, sin que nada suceda porque -es familia-. Que los lazos se mantendrán sin daño alguno". Se olvida la armonía, se da "todo por hecho" sin tomar en cuenta que el diario vivir lo conforma todo. Y además que esto (las rupturas) no tienen fecha de caducidad o más bien, lo desconocemos. Al dar todo por hecho, se lleva una vida de monotonía