SE FUE OTRA VEZ
Clarissa y su amor, qué amor el de Clarissa.
Soñaba con amor, soñaba con amar. Amor amar, amar amor. Ella desde muy pronto en su despertar de mujer, muy jovencita, miraba al Cielo desde su ventana y preguntaba a Dios, "Dios mío, dónde está el amor para mí? En qué rincón se esconde? Quién va a ser -el amor-?
El chico del suéter azul |
El amor para Clarissa tenía una connotación casi sagrada. Era sagrado. Una amiga la riñió en una ocasión. No importaba, ella era así y así quería ser. Si el amor no llegaba, ella no sería de nadie. ¿Que exageraba? Ella no lo sentía así, y era fiel a sus ideas y sentimientos.
El amor para Clarissa debía ser algo tan especial y tan diferente, tan único y tan mágico, que imaginar estar frente a unos ojos que la miraran de esa forma que sólo el amor podía dictar, la hacía estremecer.
Sentimiento puro |
Al paso del tiempo, llegó el chico del suéter azul. Ella supo que era él, lo supo de inmediato. Él era el amor. Él era, y lo miraba pasar y se volvía a estremecer. ¿Cómo fue? Ella decía "Dios, Dios trajo a mí el amor" cuando él volteó a mirarla. Dios le había dado el regalo más grande. Empezaba una felicidad y una entrega que sobrepasan lo que ella siempre imaginó.
Él llegó al cine en la primera cita, que era a las 3 de la tarde en punto. Llegó ese suéter azul con diez minutos de retraso. Temblaba, se avecinaba lo mejor de su vida. Dentro del cine, el primer beso. Por supuesto que nunca supo de qué iba la película. Después, un café y pastel con helado (así se lo pidió él) pero ella apenas pudo probarlo, la emoción no se lo permitió. Y después, una caminata nocturna, intercambiaron dos discos, él eligió uno para ella y al revés. Vaya día, un día completo!
Sí, el chico del suéter azul era el amor. Ese suéter que él portaba de manera diferente porque no llevaba nada debajo de él. Lucía único. Para Clarissa, él siempre fue único.
Semanas, meses y años del amor más amor. Descubrirse fue el milagro, asustados ante lo que estaba sucediendo. Sí, Dios le concedió lo que ella vivía como un gran premio por lo que antes había sufrido en la vida. Era magia, era plenitud total, una alegría que sobrepasaba todo. Las entregas estaban bañadas del amor de Dios.
Imaginarse lo que sucedería después de aquello? Jamás!:
Un día cualquiera él se alejó, pero volvía siempre asomándose por aquella puerta de cristales y bordes de madera color crema. Entraba, y ella vivía esos momentos. Así fue por años. Salía, volvía a entrar. Cada entrada era un alivio, alegría pura.
Ella se levantó de esa silla. Dolía.
**************
Él regreso cuando la vida ya había dado demasiadas vueltas. Fueron como quince minutos. Intensos. Lo recibió con amor. Amistad, ya que la amistad en todas las relaciones es fundamental. Los vivió intensamente, porque él habría de partir de nuevo. ¡Esto no debía extrañarle a ella, así fue y así volvió a ser! Sin embargo, volvió a llorar.
Pero...
Pero...
Cosas así no suceden siempre en la vida. Hay quien no puede ni contarlas. Cosas así no pasan siempre, hay cosas que suceden UNA SOLA VEZ. ALGO INTENSO Y PROFUNDO, VALE MÁS QUE ALGO SUPERFICIAL. CUANDO ALGUIEN ABSORBE CADA PORO DE TI Y SE BEBE HASTA TU ÚLTIMA GOTA, ES QUE HAS VIVIDO ALGO MARAVILLOSO Y MÁGICO QUE NO SE COMPARA CON LA QUIETUD Y PARSIMONIA, QUIZÁ HASTA FASTIDIO, DE UNA VIDA SIN ESCALAR HASTA LO MÁS ALTO EN EL ÁNIMO DE VIVIR A PLENITUD.
Y tomando su tacita de café, platica con Dios y le pide que la abrace. |
Y a pesar de todo, Clarissa no se cambia por nadie.
Preferible una ración completa de intensidad a años eternos de monotonía y desamor.
Que cierto, vale la pena un amor así que no sentir nunca el verdadero sentimiento de amar, Clarisa fue feliz y eso es lo importante, para ella el chico del suéter azul le dio la vida y todo eso que tanto ansiaba. Me encanta la ultima frase "sólo el amor que has vivido te llevarás de aquí". Besos.
ResponderBorrarGracias siempre querida amiga. Un abrazo!
BorrarQue bonita y triste historia. Una de las vivencias más bonitas es el amor correspondido. Sentir Amor puro y que te sea devuelto.
ResponderBorrarHijo, qué gusto tenerte aquí de nuevo. Muchas gracias por la visita y el comentario. Abrazo y beso.
BorrarPerdón Gini, por no poner bien tu nombre y llamarte "hijo". Espero me disculpes. Un beso.
Borrarme gusta leerte tus palabras encierran secretos del alma
ResponderBorrarMuchas gracias, he pasado por tu blog y te he dejado un comentario.
BorrarEn pocas palabras, me dices algo muy lindo y lo valoro mucho. Veo que nos identificamos. Abrazo!
somos escritoras y el alma es nuestra mente abrazos bella
BorrarAbrazos para ti también, gracias por tu visita, de corazón.
ResponderBorrarQue bella historia, Maty, el amor siempre está, y cuando llama a nuestra puerta hay que acogerlo sin compromiso, y dar todo de sí. Clarisa conoció el amor, lo demás, puede ser secundario.
ResponderBorrarMe han encantado también las frases últimas.
Un abrazo, Maty.
Muchas gracias Mila por tus palabras y por tu visita. Te abrazo de corazón.
BorrarHola de nuevo, Maty, me encantó la otra entrada que te leí, dejé comentario en blog.
ResponderBorrar"La vida sigue igual" Fantástico!!
Feliz resto de semana.
Muchas gracias!!! Ahora paso a ver ese comentario. Otro abrazo 🌹
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