MADRUGADA

 


Cómplice y alma mía la "madrugada"...

Mis madrugadas son mías, muy mías, amigas y amantes, parte de mi ser, de mi vida toda, han llenado mis instantes y me han hecho vibrar en el amor. 


¿Qué oculta la noche?  ¿Qué sonido tan misterioso tiene ese silencio que me devora? ¿Por qué me atrapa de esta manera? 


Mientras otros duermen, yo elucubrando. La mejor hora para hacerlo: madrugada fría, madrugada de lluvia, madrugada misteriosa. Cuántos que ahora duermen y dentro de poco se despertarán para acudir a sus labores cotidianas. Y yo de labores cotidianas llevo una vida entera, me queda otra para desentrañar mis propios misterios. 


¿Qué hay en este instante dentro de mí que no acierto a descubrir del todo? 


Veo retozar a mi lado a un pequeño animalito que amo con toda el alma, ella vive su sueño profundo sabiéndose cuidada y muy querida. Este es un sonido, sí, entre el silencio. A mí me cuida la noche. En ella siento espíritus flotando, mis fantasmas y mis fantasías. 


De pronto las ruedas de un carro despistado que pasa por mi calle recordándome que no sólo yo, no sólo yo. Porque sí, hay quien realiza sus labores durante toda la noche. Hace un rato ya que el mundo ha cambiado, este mundo que se encuentra en constante cambio. Los horarios de 24 horas, el ciclo circadiano que para quienes laboran a esta hora cambia sus costumbres y su fisiología. Claro, no sólo yo! Taxistas de medianoche, no se diga el personal de salud del mundo entero, restaurantes que antes de la pandemia se encontraban abiertos las 24 horas. 



Recuerdo haber amado siempre la noche. Sentirme LIBRE en la madrugada, dejar mis alas volar libres por espacios en los que puedan rozarme esos espíritu que sé que están muy presentes, aún cuando no latentes, pero que incluso susurran. No, no sé cómo entiendo su idioma, pero es así. No sé cuántos ojos espías siento sobre mí a esta hora de soledad. Soledad conmigo, que no es soledad total. (Esa soledad de quien enmedio de la nada no tiene a qué atenerse).

Y así llegan a mí personajes de mi historia junto con mis vivencias. Tantos personajes que han pasado ya, muy particularmente quienes han dejado una huella por cualquiera de sus características: cariño, ternura, amor, conocimientos, empeño en su quehacer, admiración por esto último.  Y cuando les digo a mis personajes que me permitan unos minutos para ahondar en mis terrenos y solazarme en ellos, gustosos lo hacen y quedo sumida en una imagen que se pinta de una tonalidad azul abscuro, como la negra noche, pero por allí destellan los recuerdos de mi vida, las anécdotas de mi HOY, mi momento, los momentos.  Alguno en particular hace mella en ese instante y le brindo toda mi atención, preguntándome el por qué de su razón en mi existir, o solamente comparto con su presencia, la mía propia. Compartir presencias en cualquiera de sus formas en ese momento mágico. Cosas que se dan también a ciertas horas durante el día, o la tarde, pero que son particulares o especiales en las madrugadas, en mis madrugadas.


En realidad la relación con mi yo interior es profunda y amigable, es responsable y leal. Le da sentido a mi existir, lo llena de caricias. 



Me llego a ver a mí misma en mis diferentes etapas y es por eso que tengo la total conviccion de que lo que pasó, lo que aconteció, se quedó irremediablemente formándome cada segundo de mi existir.


Vivir la noche...







Comentarios

  1. Cada uno tiene su madrugada, sus pensamientos, sus recuerdos, sus vivencias, esas madrugadas que nos hacen ser como somos por lo tolo que hemos vivido, sentido y sufrido. Que paz da la madrugada por que es un día mas de sueños y de recuerdos. Un abrazo desde la distancia pero cerca,

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  2. Quizá en otra vida eras un murciélago, Maty. O una lechuza. Las criaturas de la noche...

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  3. Nada como la noche para pensar, para experimentar, para profundizar. Bella reflexión. Saludos!

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  4. Creo que has retratado a mucha gente con tu sentir, Maty. Para mí también la noche tiene una magia especial. El silencio hasta se escucha, pese a que, se sientan "presencias" que parecen estar diciéndonos muchas cosas. Para unos, impera el silencio como si no hubiera actividad, y si, durante las 24 horas el día vive.

    Me ha encantado las frases en rojo, y lo resumo con esto: [En realidad la relación con mi yo interior es profunda y amigable, es responsable y leal]. Esto que sientes, lo considero verdaderamente hermoso.
    Un abrazo, guapa,!

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  5. ¡Hola, Maty! Entiendo muy bien tu reflexión. Yo también soy un personaje de la noche. Cuando todos duermen, cuando se silencia el día, surgen otras voces, otras vidas, el encuentro con el yo más íntimo y personal.
    Saludos!

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