ESTOY VIVA, ESTOY VIVA!
Caminaba por la calle vacía, vacía. Mis ojos giraban hacia diferentes entornos: miraba mis pies de pronto, me daba cuenta que me pertenecen en su totalidad. Parecerá una estupidez, pero daba gracias por tenerlos. Me llevaban a buen paso, pero no sé a dónde. La cosa es que caminábamos juntos ellos y yo. ¡Y sí! De verdad, ¡hay gente que no los tiene! Somos tan tan afortunados a veces y no lo sabemos aquilatar, ¡Eso de darlo todo por hecho!
Soplaba un vientecillo agradable, me gustaba mucho cómo jugaba con mi pelo. Unos mechones caían en mi mejilla, traviesos y encantadores. Había peinado ese cabello, estaba suavecito y perfumado. También era parte mía, muy mía. También ese viento me dejaba oler ese perfumito mmmmm de gardenias que me había puesto. ¡Qué rico! Aromaterapia pura.
Claro que dejaba de ver mis pies para ver al frente. Ese mismo viento travieso movía las hojas de los árboles. La última vez que mi mami los vio ya estaban quedando más llenecitos de hojas, más tupidos pero NO alcanzó a verlos como están ahora. ¡Uy! ¡Se emocionaría! Poblados de hojas, mi calle a este día parece un bosque tan hermoso! Recuerdo de todos ellos el que miraba desde mi balcón, todo flaquito, chiquito. Dormí una siesta en el camastro de mi mamá en su balcón, me lo prestó y me dijo "verás qué delicia de descanso aquí". Pues al despertar ese viento que siempre aparecía, siempre y siempre, como un regalo lindo en verdad, movía esas pocas hojas de ese arbolito que recién iniciaba su crecimiento diciendo a gritos "aquí estoy, estoy vivo y daré más de mí, Madre Naturaleza NO detengas mi camino, Dios, déjame seguir creciendo". Los árboles son VIDA PURA. Pues sus ruegos han sido escuchados, y tanto! Este pequeño ahora es un robusto jovencito que se impone en esta cuadra como diciendo a los otros...
LOS ÁRBOLES CONVERSAN
"Hermanos, aquí estoy, con ustedes... Hey tú, hermano viejo, tú con esas raíces que han roto la banqueta, mírame! Mis raíces aún no son como las tuyas pero sabes? Aquí estoy, escucharé siempre atento tus consejos para lograr la longevidad, me mantendré erguido, mi lucha será la permanencia y la resistencia ante los embates. Que puedan venir los pequeños animalitos y se solacen con lo que les puedo regalar, que coman de mi savia pero que me dejen vivir! Para esto hay que decirles a los humanos que por favor, por piedad, tomen conciencia de que nosotros también tenemos derecho a vivir, que nos cuiden por favor. Que hay lugar para todos con amor, que todos cabemos si nos respetamos. A ti Naturaleza, te pido que sigas así conmigo, para que pueda seguir siendo parte de ti como mis hermanos de esta cuadra también. Somos vida, damos VIDA en un mundo tan contaminado, con este verdor, damos espectáculo, nos han dotado de una presencia que alegra, somos altos, imponemos y alegramos las calles. Podemos llegar tan algo como nos permita la vida. La vida es buena, mucho es lo que nos permite si no la violentamos".
Así es el diálogo entre ellos, maravillosos y llenos de vida. Y los saludo y agradezco sus vidas y sus compañías. Al seguir mirando de frente, la calle sigue sorprendentemente vacía. Como si se regalara toda ante mí para hacer esta tarde un maravilloso obsequio. Todo huele a clorofila, como si estuviese en el campo, y a las gardenias de mi perfume. Siento una paz difícil de explicar, única, interna, mía. Siento amor, mucho amor. Por la vida, por la calle, por los árboles.
Todo este camino en la calle vacía es un constante agradecer todo cuando viene a mi paso: hacia arriba el Cielo ¡con una tonalidad de azul tan tierna y bella! Las nubes jugueteando, porque cambian de forma a capricho. A ratos son una cabeza humana y al momento que sigue son un lindo gatito. Después se dispersan y parecen unas motitas de algodón, como si quisieran tomarse un momento para ellas e irse a descansar, aunque... No descansan, siempre están allí. Aquí.
La tarde está un poco fría aún... Qué gracia, iba a decir "aún estamos en invierno". Pero esto de las estaciones ya parece un juego. Puede haber cualquier clima cualquier día sin importar estación, hora... La vida ha cambiado, el cambio climático ha afectado todo. Pero bueno, la cosa es que se sentía fresco el ambiente, mis manos dentro de los bolsos de mi chaqueta larga verde ( sí, verde, como entonando con los árboles) salieron para tocar mi nariz y estaba fría fría.
Y así seguía y seguía, despacito, disfrutando, como queriendo dilatar estos momentos mágicos. Sí, esta es la magia. Y no terminaba y mientras me daba cuenta de todo lo que podía ser, hacer y percibir en esta maravillosa tarde no pude más que ser consciente del privilegio que conllevaba todo eso. Además fue algo así como un impulso el tomar la chaqueta, los zapatos y ponerme a caminar. No lo tenía planeado y, como suceden las mejores cosas en la vida, improvisando y fluyendo traen los mejores espectáculos.
Unos pasos más y el parque, seguía el verdor y todo se prestaba a hacerme saber que ESTOY VIVA. Que convivo con mis ausencias, y así será en adelante. Estas ausencias son tan dulces compañías! Me llenan de nostalgia y también de los más puros sentimientos. Me doy cuenta -como siempre- de lo fugaz de la existencia y de lo que podemos prolongarla con un ingrediente: intensidad. Sí, el vivir intensamente estos instantes que en pocos minutos se convierten en un recuerdo, prolonga este placer. Parece una locura, pero a mí de verdad que me resulta, me funciona muy bien. Y así voy atesorando mi cajita de vivencias con un poquito de todo, que ya es mucho. Me entiendes mamá, ¿Verdad? Tú sabes lo que significa para mí tu ausencia. Es tenerte de otra manera, mas NUNCA haberte perdido. Sé que muchas veces quiero abrazarte pero yo lo sabía mamá, sabía que si te tocaba partir antes que a mí estaríamos así de unidas. Ahora ya no necesito la voz para hablarte, y viene a mi mente tu voz recitando como te encantaba los poemas de Amado Nervo. Te lo escribiré completito otro día, te lo prometo:
"Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo
GRACIAS, VIDA!
Y nos hicieron creer que no hacer nada es perder el tiempo. Pero se equivocan: no hay nada tan placentero como la improductividad.
ResponderBorrarLo que pasa Cabrónidas es que esto es TODO menos improductivo, redunda en VIDA 😊
BorrarHola Maty, cada palabra que escribes emociona, lo detallas todo de forma tan especial que uno vive contigo esas emociones. Adoro los árboles y creo que si, conversan entre ellos, se apoyan y nos dan eso tan especial que todos precisamos. Me encanta caminar bajo ellos y junto a ellos. Un abrazo muy fuerte.
ResponderBorrarMuchas gracias por vivir todo esto conmigo Mar! Y por tus palabras siempre buenas. ¿Verdad que son maravillosos los árboles? Mi abrazo muy fuerte para ti.
BorrarMaty, sé que sabes que estoy llorando en este momento unida a Ti, a TODO...
ResponderBorrarLuzzzzz, Luz! ¡Sabìas que yo lo sabía! Abracémonos muy fuerte entonces en un abrazo infinito, sí?
BorrarSí...
BorrarHola Maty, qué bonito lo que escribiste, qué buena reflexión. La otra vez me pusieron la tan mentada tercera dosis y me fue super mal, y estuve "ponchada" como 36 horas y la verdad es que en esos momentos te das cuenta de la bendición que es estar sano, de estar completo, de tener tu fuerza. No hay que dar nada por sentado, hay que valorar todo porque un día se puede marchar ese bienestar. Y no solo la salud sino todo lo que nos rodea, los amigos, la naturaleza, las pequeñas cosas que hacen que nuestras vidas valgan la pena de ser vividas. Te dejo un abrazo.
ResponderBorrarQuerida Tigrilla, así es tal como lo dices: nunca sabemos lo que puede suceder. Por tanto, si en tu momento todas esas pequeñas e inmensas cosas a la vez son buenas, valorarlas es gozarlas, es vivirlas más lindo. Parece que fuimos bastantes a los que esa tercera dosis nos "ponchó". ¿Fue la Astra Zéneca de casualidad? Me dio duro también. Te agradeazco tus palabras, tu reflexión y te mando otro fuerte abrazo.
BorrarGracias Maty. Me he visto paseando por el bosque al leer tu relato.
ResponderBorrarFederico gracias! Gracias por pasear por estos lugares. Un abrazo! 🤗
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