BÚSCAME Y...

 Sí, BÚSCAME... Por allí quedé, ¿Sabrás averiguar el lugar, podrás intuirlo?

O será tu alma un vacío total al voltear para uno y otro lado y sólo mirar la obscuridad.

¿Qué será?

Camina y sigue caminando. No importa que no utilices los pies, con la conciencia que no tiene límites puedes indagar hacia todos los bordes de mi mente, de mi ser tan masacrado. Quizá algo encuentres, quizá no. ¿Qué será? 

Sigue buscando, que al cabo la vida te ocupe en algo sublime. Sí, sublime, escuchaste bien. Busca para que tus pasos o los de tu conciencia tengan algún sentido en lo que te queda de trecho. Busca, porque aún sin saber si hallarás, es tu única probabilidad. 

Busca para que tu respiración, al ser cansada y fatigada, te haga ver que tuvo sentido el intentarlo. Para que algo te haga sentido... Algo. 

Si me sigues buscando, sabrás que estás dando un buen dibujo a ese sendero de incertidumbre. El de lo "casi" imposible. 

El tiempo se acaba y la cerca se rompe, saltan las ranas buscando también un poco de humedad para ese sofocón.  Sigue buscando, sigue.

¿No logras ver nada? 

Llega la noche. La noche después de días y semanas y meses infinitos y en la obscuridad y tu sed, quizá desconcertado aciertas a atisbar una sombra blanca que se cubre con un manto, delicado, salen unas manos acomodando ese cabello. No sabes si es real lo que estás mirando. Ni siquiera sabes si estás mirando, o si estás ya en otro plano.  Delgadita esa sombra, los trazos que delinean esa figura son finos y muy transparentes. 

Así, así te busqué.