NO ESTÁN TODOS LOS QUE SON

Protagonistas: 

Luis y Chelsea

 

Una Relación Abierta

Él: Hombre enamoradizo, casi cincuentón. Estudioso empedernido, amante de la filosofía, devorador de libros. Padre de tres hijos, con diferentes mujeres. Ha sido difícil que pueda establecer una relación sólida con alguien, su mundo es especial y no cualquiera lo comprende. Su mirada puede perderse por horas mirando hacia el infinito y en vez de llegar a conclusiones sobre los desafíos que le presentan los libros, queda cada vez con más dudas. Lee de noche, lee de día. 

Hijo de familia fracturada, loco por descubrir verdades acerca del Universo y de todo lo que le rodea, y loco por LAS MUJERES. Desahoga todas sus pasiones en el sexo. El sexo para él es fundamental, es prioritario. Dice que la Filosofía es lo que más le importa, pero dista un poco de lo que hace en realidad. SEXO, sexo, s e x o. 

Ella: Una jovencita que aún se encuentra estudiando cuando conoce a Luis. Empezó temprano en cuestiones de amores, es bisexual y muy liberal. Cuando conoce a Luis, él no puede apartar su mirada de ella ni un solo instante. Le propone un "noviazgo". Ella no está tan convencida, pues la relación de la que acaba de salir le causó demasiados conflictos, no quería sentirse atada, no quería que nadie la asfixiara, quería ser LIBRE. Le dice a él que acepta, pero sin compromisos. Él, le dice que ¡Es justamente lo que él desea! 

Comienzan. Y los sorprende algo: se ENAMORAN mutuamente, firmemente, uno del otro, tal para cual. Afines en pensamientos y gustos no obstante la diferencia de edades. No, no contaban con enamorarse, pero se enrollan en una relación poniendo sus reglas y están ambos muy de acuerdo: será una RELACIÓN ABIERTA. Con permiso de uniones carnales, pero serían la prioridad uno del otro. 

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Y así van por la vida. Superficialmente se les ve como una pareja estable, enamorada. Nadie pudo haberse imaginado la clase de relación que establecieron.

Se encontraban bien, muy contentos. A los dos les hacía bien esa libertad, en ocasiones era Luis quien pedía a Chelsea que tuviese relaciones con alguno en particular. Y ella accedía aunque no estuviese del todo convencida, por darle gusto a él. Siempre enfatizando que era algo solamente carnal. Aventuras, carne solamente. La prioridad eran: para Luis Chelsea. Para Chelsea, Luis. 

Camas por acá, camas por allá. Sábanas delatoras, sed sin ser calmada, hambre de no sé qué. Revoltura, desorden, trapos que caen, que vuelan por el aire, que quedan colgados en algún alambre suelto. 

¿Se parecerá aquello a la libertad? ¿Será? O acaso ellos creerían que esto era la manera de ejercer la libertad? Y algo importante: llenaría esto sus inquietudes más profundas? 

A veces se "les movía un poco el piso" cuando Luis parecía un poco más emocionado que de costumbre con alguna de sus novias, pero no pasaba de alguna discusión y después, todo normal.

Chelsea se sentía excitada con los juegos que Luis le proponía. Le parecía estar "jugando" a "no sé qué", explorando mundos diferentes, cosas diferentes. Y congeniaban, llegaban a platicar de sus aventuras y se excitaban más terminando haciendo el amor con la fuerza de un titán. Una vez extasiados y rendidos, quedaban dormidos. Amanecía, y otra vez. Lo mismo, todo igual. 

Tenían planes para la vida juntos, para un futuro. Se encontraban contentos. El amor de Chelsea crecía día con día al punto que llegó a dejar en segundo plano su vida propia, se entregó en cuerpo y alma a Luis y a todos sus deseos y necesidades, de todo tipo. Sí, porque obviamente en el mundo real hay necesidades que cubrir y allí estaba ella para él siempre, en todo. Siempre. En todo.

Han pasado varios años, y aunque alguna vez han discutido en general las cosas se desarrollan bastante bien en esa relación peculiar. Bueno, peculiar para algunos, pero es algo que sucede más veces de las que creemos. No es el ahora llamado "poliamor", es simplemente una "relación libre, abierta".

Lo único que a Chelsea podía llegar a molestarle es el sentir que perdía protagonismo, ya que Luis siempre le daba el lugar que le había prometido, como habían acordado: ser la primera. Y sí, varias veces sucedió pero después de alguna ríspida discusión llegaban a arreglarse y a llevar su ritmo de vida "normal".

Algo sucedió, y parece que no fue súbito. Paulatinamente "algo" pasó y ninguno de los dos se daba cuenta, o al menos ninguno de los dos lo quería decir. Es un misterio, no puede saberse dónde comenzó el hilo a aflojarse. Entre tantas relaciones, Luis podía emocionarse más con alguna mujer en determinado momento. ¿Sería esto? ¿Qué sería?  Son tantos los factores que conforman este vivir, que hay dificultad para poder dilucidar cuál de todos es el que toma el primer lugar. 

Bueno, mucha importancia no le daban a estos "detalles", los dejaban pasar y seguían, y seguían. 

Pero... Una nueva novia hace su aparición. Parecía inofensiva, pero se introdujo en las vidas de Luis y Chelsea.  Parecía necesitar una ayuda que le brindaron gustosos... en un principio, hasta que  a Chelsea ya se le fue todo de las manos y comenzó a disgustarse, a no estar tan cómoda, se empezaba a sentir desplazada. ¡Imposible no ayudarla! ... decía Luis. "Me necesita, lo veo en su mirada". 

"No, no pasa nada Chelsea, yo te amo".

 "Yo para eso estudio al ser humano y sus misterios, para ayudar a desentrañarlos si me es requerido". 

"Mi paso por este mundo no puede ser en vano, nunca he negado mi ayuda a quien la requiera, ella la necesita, comprende".

Pero no era eso solamente y Chelsea no se engañaba, sentía que algo sucedía. Sí, Luis se estaba volviendo loco por esta nueva adquisición. 

Comenzó un mar de silencio. El sonido de este silencio era más sonoro que el de las olas del océano. Era el sonido más sórdido, más punzante. Sí, sí... El sonido tiene voz, el sonido tiene su propio timbre desquiciante, no hay que dudarlo. 

Enmedio de ese silencio aterrador pasaron las más lentas de las horas, las más largas, las más atemorizantes, eran una auténtica amenaza. 

Sin más, sus tres cuerpos flotaron en un charco de un líquido que emite un olor asfixiante. Inertes, vacíos.  Tampoco se supo más de esto. Sólo estaban allí, sin el menor atisbo de violencia física.

¿Qué sería lo que sucedió? Había amor de parte de Luis y Chelsea. Su vida era así porque lo habían decidido, era un común acuerdo. ¿Qué acaso no cada quien tiene el derecho de vivir su sexualidad como le venga en gana? Si es así, ¿Por qué fallan las cosas? 

¿Qué ocasionó este estupor?

¿Qué sigue?

¿Sigue algo?

¡Qué rayos pasa!

O

¡Qué rayos pasó! 

¿Alguien entiende?

¿Alguien puede explicar?

QUIÉN!!!