UN LUGAR PARA EL AMOR

Sin tapujos, sin cortapisas, sin ayer, sin mañana. Quieres lo que yo te ofrezco? Podría ofrecerte...

El amor es un compromiso. Soy avalancha que cae por ti. Soy amor que se da sin condición y sin paralelo. Para ser mi amor, sólo necesito tu voluntad. Ámame y te amo. Te amo y te recargo de la energía que da el amor. Te amo y me doy, te amo y te das y me das. Nos damos, porque eso es el amor. En la vida, el AMOR es lo más importante. Es lo que vale, lo que dejas y lo único que te llevas. Mi amor crece conforme más te doy. Pero el amor no se circunscribe a nuestra piel, sino a todo lo que nos rodea. Sin embargo, mi amor por ti puede ser infinito. Tú puedes ser infinito en mí.

Toma mi mano, tomo tu mano. Siento en ella tu calor, tu energía y tu valor de hombre, de compañero y amante que absorbe el puñado de emociones que emanan de los dos. Caminamos un mismo camino y has hecho de mi vida algo mucho mejor. Eres la esencia de mis sueños, presencia en mi existir, esencia real.

El amor abarca todo tu mundo y todo el mío. Abarca desde un pequeño animal indefenso, un ancianito desprotegido por la calle. El amor no puede ser indiferente al dolor. Pero sí, tu espacio, es tuyo solamente. El mío, solamente mío. Te lo comparto gustosa y enamorada si... si quieres amarme.

Y así, con las manos apretadas, entrelazadas, veamos el mismo horizonte. Compartamos este amor multiplicado mirando a los otros, saboreando el ser un poquito de todos. Un poquito para todos. Hemos pasado por tantas etapas, que sabemos bien que no todo se centraría en las primeras fases. En nuestra primera juventud lo concebíamos de otra forma igual de bella, cosas de la edad. Amor por amor, el uno para el otro. Milagro el habernos descubierto, milagro el tenernos. Milagro el estar aquí mirando afuera de nosotros mismos. El amor crecerá, explotará, unirá las almas en absoluta libertad.

Y tras tanta pasión y ternura, la calma nos cobija haciendo de todo esto una belleza aún mayor, aún mejor, aún más mágica. No hay prisa, no hay temores, no hay desasosiego, nada hay que perturbe esta bendita CALMA que alimenta, calma que procuramos también, tanto como ella suaviza nuestro andar.