CARTA A "EL MAESTRO"
Abuso Violentación Maldad
Egocentrismo Egoísmo Canallada
Maestro:
En verdad me es difícil dirigirle estas líneas aún estando usted en otro plano ya, pero no puedo quedarme callada. Me está hirviendo la sangre, me quemo pero repito que NO me puedo quedar callada.
¡Tanto lo admiré! Lo admiramos, muchos. Lo seguí, lo busqué. Miraba sus programas de televisión con una carpeta, tomaba notas sobre sus ideas y disertaciones, aquellos programas con Alatorre eran un verdadero agasajo, unas auténticas clases de literatura. Su admiración a Papini, expresar todo esto enfrente de un tablero de ajedrez. Lo fui a ver a auditorios, una plática suya era algo de lo que salía plena por su ingenio y por su "sensibilidad". Ajá, de lo que en ese tiempo pensé que era "sensibilidad".
Orfebre de las palabras, así se le llamaba. Y es que era un arte tal su manera de unirlas y así expresarse, era tal la pulcritud en el manejo de la ella, a la que decías "servir".
Un día usted dijo que era un "servidor de la palabra". Su energía, su emoción al expresarse, la forma en que mojaba sus labios para poder continuar, para seguir desparramando esa lava volcánica que eran sus ideas. Era un auténtico personaje en las calles de la Ciudad de México. Su capa, su sombrero, el ser tan estrafalario y todo, pero ¡todo se le perdonaba sencillamente porque se trataba de usted! El gran maestro, el extraordinario conversador.
A veces en determinado programa de televisión la emoción lo hacía ponerse de pie, como si sentado no fuesen a fluir, como si no fuese suficiente su locuacidad. Recuerdo aquella vez que expresó ese deseo, ese anhelo aparentemente no cumplido de ser "totalmente absorbido por una mujer".
Y el colmo, lo que significó para mí hace ya muchos años haberlo tratado, haberlo tenido enfrente en el Auditorio para el que yo laboraba, guardando en mi mente hasta la más mínima expresión, haber tratado de convencerlo para una serie de fotografías para promocionar aquel evento y... Y pues así podría mencionar tanto y tanto!
Todo eso se hace polvo, todo eso se transforma (¡Qué lástima!) en una horrible palabra, pero mucho peor su significado: A S C O!
Y la indignación, la decepción, el haberme sentido engañada. Y si yo me sentí así, ¡Lo que debe haber sentido ella, Elena, su alumna! Casado, padre de tres hijos y seductor con jóvenes estudiantes a quienes doblaba la edad.
Elenita era una joven ingenua, carente de malicia y recién salida de un colegio de monjas a quien usted envolvió con su labia. Sí, "Maestro"... Las palabras seducen, y usted aprovechó su "habilidad". Sus formas engañaban, ella estaba encandilada y por ese hecho la violentó y abusó de ella. Elenita dijo "es horrible decirlo, pero yo no sabía lo que estaba pasando". Estamos hablando de una época en la que sobresalían las "buenas costumbres", las "buenas formas", donde el juicio social y el dolor familiar eran avasalladores. Sí, vergüenza y dolor.
Usted aprovechaba su "don de la palabra" para seducir a sus jóvenes alumnas.
Y entonces, ¿Qué era toda aquella vil actuación del personaje que representó su vida entera? ¿Una representación de algo absolutamente falso? ¡NOS ENGAÑÓ A TODOS! Todos estos años vivimos con la creencia de que la imagen que proyectaba, era auténtica. Y es lo menos, lo menos. Entre muchas otras cosas más. Porque ella tardó más de sesenta años con ese dolor callado, jamás dijo a nadie absolutamente nada. Ha sido una sorpresa para todos, ella calló. Y así, en silencio, fue la voz de todos los demás. La solidaria mujer amiga de todas las causas que más dolor podían ocasionar al ser humano en general, y a las mujeres en particular declarándose "feminista". En todas sus obras ha dejado vida, ha dejado aliento e innumerables lecciones de lo que es un ser humano, cabal y congruente. Es uno de los seres que más empatía ha demostrado con las causas que ha defendido, denunciado por medio de su escritura. Es alguien que a base de preguntar y preguntar realizó (y lo sigue haciendo a sus 90 años recién cumplidos) una labor de conocimiento del ser humano y exposición de sus calamidades, así tal cual si ella no fuera cargando en sus espaldas el dolor que usted le provocó.
¡Jamás lo dijo a nadie, nunca! Y de hecho, nunca mencionó su nombre. Lo llamó "el maestro". Y con total indignación accedí a esas páginas en las que narra el episodio más cruel de su vida en la que es su obra más íntima, El Amante Polaco.
"Estoy sola. No sé qué es el amor. Lo que me ha sucedido. El catre, la amenaza; el ataque nada tienen que ver con lo que leí en los libros"
Es solamente un fragmento de un hecho muy doloroso, en el que usted, "Maestro", sabía perfectamente lo que hacía mientras que ella era una joven con una ingenua e inexperta.
Se quitó usted el traje que lo vestía como el "gran personaje" que todos "compramos" para sacar y saciar sus más bajos instintos dejando, además de perplejidad y desolación en aquella jovencita que no entendía nada de nada, consecuencias como ser el padre biológico del mayor de sus hijos.
Elenita brilla y brillará con su sonrisa eterna y su bondad genuina, mientras quienes guardamos su Confabulario y su Bestiario... Al menos yo, no sé si lo seguiré conservando en mi librero. De momento no quiero ni acercarme para no encontrar lo que ahora forma parte de esta grave decepción.
Fotografía de Traxsource, editada por Maty Marín. |
Así, borrándose de todos los universos, de todos los sueños, de todos los anhelos, de las palabras inclusive! De las vidas, de la vida. Huyendo, volando, viajando a la nada porque no tiene justificación. De ninguna manera.
Acostumbramos a idealizar y tendemos a la mitomanía; y es un error, porque todo humano tiene su lado oscuro. No siempre lo conocemos, pero cuando lo hacemos, la realidad estalla ante ti como una gran bofetada.
ResponderBorrarCierto.
Borrar¡Y vaya bofetada, Cabrónidas! Es que siempre se presentó con una imagen intachable, esto ha sido algo tremendo.
BorrarSuele pasar. Idealizamos como dice Cabronidas. Recordemos los falsos gurús que te prometen una vida plena y espiritual mientras te vacían las cuentas corrientes y se acuestan con sus fieles seguidoras. Por mucho que algunos se crean enviados de los dioses, no son mas que seres humanos, con sus imperfecciones, sus contradicciones...
ResponderBorrarCuánta verdad hay en tus palabras, Enrique. Y muy cruel y asquerosa la realidad tan grande que mencionas. Las mayores atrocidades se han cometido "en el nombre de "Dios".
BorrarMuchas gracias por estar aquí, me pasaré por tu blog. Un saludo!
Que terrible, cuantos casos como estos, que hace años se ocultaban y se padecían en silencio. Un acto vil sin justificación. Estoy con Elena, y con todas las Elenas del mundo. Un abrazo.
ResponderBorrarAsí es Mar, ¡Cuántas Elenas por el mundo!
BorrarAbrazo grande 🕊️
Suele suceder, cada día se saben más casos y todos los que habrá que aun están bien ocultos. Un abrazo grande Maty y lamento tu decepción, pues cuando se admira a alguien y cae del pedestal se siente muy feo.
ResponderBorrarGracias Themis, de verdad, mi decepción ha sido espantosa. Y no lo idealicé, es que él se presentó con total falsedad. Un abrazo grande.
BorrarUn relato durísimo de una realidad tan frecuente en tiempos pasados ... los violadores la tienen bien difícil en estos tiempos. Me surge una inquietud acerca del feminismo. Que porcentaje de mujeres feministas ha sido violadas ? Sin ningún ánimo de ofender, el odio o rechazo a los hombres parece surgir de relaciónes sexuales no consensuadas.
ResponderBorrarMuy buena tu pregunta, Eduardo. Y gracias por estar aquí.
BorrarEs posible lo que dices, muy posible. Pero también puede haber rechazo de la mujer hacia el hombre toda vez que ha sido lastimada y traicionada.
Un saludo!
Tremendo Maty... horrible que personajes con un gran intelecto y aparente "educación", se vuelvan unas bestias y le jodan la vida a seres vulnerables en ese momento, como pasó con Elena Poniatowska. Afortunadamente ella pudo remontar sobre ese momento (aunque la herida queda para siempre). Uno podría pensar que eran otros tiempos, que los hombres tenían otra mentalidad, que la sociedad hasta cierto punto "permitía o facilitaba" que esto pasara. No hay disculpa para el abuso de un ser humano a otro, sea hombre o mujer. Y lo peor es que sigue pasando pero cada vez vamos avanzando en los castigos y los afectados (as) van alzando sus voces. No importa que haya pasado tiempo. La otra vez con unas amigas hablábamos del poeta chileno Neruda que abandonó a su hija con hidrocefalia y alguien decía que había que separar al autor del hombre, quizás tengan razón, pero en mi cabeza es inconcebible que alguien que escribió cosas tan dulces haya hecho eso tan horrible. Pienso que es un hipócrita y así me parecen sus versos. Te dejo un abrazo.
ResponderBorrarAna, sí, es una bestialidad. Nada justificable ni antes, ni ahora. Más bien, en ese tiempo debe haber sido mucho más difícil para ella: tantos prejuicios, tanta sociedad juzgadora.
BorrarLo de Neruda, qué tal que también él mismo confiesa, relata en un libro que cometió una violación?
Esto es algo muy doloroso, me pasa lo mismo que a ti. Me apena muchísimo una amiguita que tengo y quiero mucho que ama sus versos, no sé si estará enterada de esto.
Un abrazo muy grande Ana!
Ay Maty, digan lo que digan, descubrir ese lado tan horrible y despiadado representa un golpe muy duro. Nos están acostumbrado a la violencia y muchos ya están como anestesiados ante lo que sucede cada día como si se tratara de una película más.
ResponderBorrar¡Un abrazo cálido!
¡Luz! Primero que nada la alegría de verte por aquí. Espero que tu recuperación de las cirugías sea total, créeme que te eché de menos.
BorrarY sí, no dejará de ser tremendo que pasen estas cosas en todos los tiempos. En el caso de Elena fue en una época por demás despiadada. En verdad que como mujer pero también como ser humano, esto duele mucho.
Mi abrazo más efusivo por tu presencia y tu cariño de siempre.
Yo siento una gran felicidad al poder seguir compartiendo y comentando contigo, todavía cuesta pero lo importante es estar cuando se puede.
ResponderBorrarGracias por todo lo que aportas y tu gran sensibilidad.
Extiendo ese abrazo y que la amistad nos acompañe siempre-
Siempre! Creo en ese siempre!!! Cuidate mucho Luz, más abrazos, tengo cantidad! 🌹🌹🌹
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