LA VIDA HUYE
Sí que se va, la vida se va.
Huyendo, se va.
Cansadita, se va.
Encajonada. Aletargada.
No necesita dar explicaciones y no lo hace.
La rosa que habla toda doblada hacia abajo, rendida, agotada, dice de más. Sólo hay que verla, verla nomás.
Esa agua cristalina que parece nada padecer le tira algunas de sus gotas a esa rosa, pero esta permanece impávida. Aún con vida, pero sin ella. Sus pétalos dormidos y acurrucados están tersos, suaves, un color rosita de lo más bello, de lo más tierno, pero no levanta. Esa postura y el color violeta del cielo, ese color violeta que pinta el agua confundiéndose con un azul plantado, inquebrantable.
Todos estos elementos tienen voz, todos ellos son la vida. Sí, esa, la que huye.
Esto es irremediable, con ella no se juega. Es de alcurnia, no se le dicen malas palabras. No se le hacen reproches.
La pachamama ha dicho ya lo suyo y de todas las formas posibles.
Los prados dicen algo en su letargo y calladitos. Las hojas verdes llenas de luz y las que ya están secas, las que apenas van a agarrar color, permanecen sosegadas. Su silencio impone.
Aquel perrito que ha crecido ya presiente algo, pero en su inocencia sigue moviendo ese rabito, a pesar de todo lo que se avecina está lleno de entusiasmo. Pero de repente, baja sus orejitas. Se agacha. Sus ojos están asustados. Sin embargo, se sobrepone.
Todo calla, todo cambia.
Y por eso, antes que el rayo caiga
LA VIDA HUYE
La vida huye, claro que sí, por eso lo mejor que podemos hacer es disfrutar de los momentos, de los que queremos y de los que están a nuestro lado. Un beso😘
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo Mar! Un abrazote 💮
BorrarY no solo pasa, sino que encima tenemos que vender nuestro tiempo para vivir. Por eso la verdadera riqueza la tienen aquellos que no tienen que vender ese tiempo que se nos da prestado para cubrir sus necesidades básicas.
ResponderBorrarYa antes te has expresado a este respecto, lo recuerdo bien. Y sí, sí que duele sólo pensar eso de vender la vida, vender el tiempo, vendernos. Aunque podríamos darle otro enfoque, luego te cuento...
BorrarMuy bonita entrada, muy poética y nostálgica. Me gustó mucho. Espero que el temblor te haya tratado bien Maty. Qué sustos, ¿verdad? Nos recuerdan que somos pequeñitos, que la Tierra nos mece en sus brazos y a veces se cansa y se quiere estirar. Te dejo un abrazo.
ResponderBorrar¡Ana! No sabes la alegría que me da que te haya gustado 😊.
BorrarAy mujer, esta vez el temblor me hizo llorar. Me hizo gritar, me dio gran angustia. Sobre todo por eso de repetirse por tercera vez el 19 de septiembre. Después del simulacro, vamos!
Es así, somos en realidad pequeñitos, qué bonito has dicho eso... La Tierra quiere estirar los brazos.
Otro gran abrazo para ti!
Brutal como siempre, logras que me quede enganchado a tu blog un abrazo
ResponderBorrarMil gracias Dani otro abrazo para ti ☺️
BorrarMaty, tienes esa gran virtud de emocionarnos con tu escritura. Es cierto que todo cambia, la vida es así de efímera, pero los nuevos momentos por venir serán nuevas oportunidades. La nostalgia siempre da paso a la esperanza. Un fuerte abrazo!😘⚘
ResponderBorrarGracias por lo que me dices, querida Mayte.
BorrarTu encuentro siempre con las nuevas oportunidades, y más a través de la tristeza, es como recordarnos que nunca está más obscuro que antes de amanecer. Lindo! Un gran abrazo !!! 🥰💗
Noto en esta entrada como un halo de; ¿tristeza?
ResponderBorrarHola, Maty, la vida no pide, solo da, y nos va trayendo cambios de a poco, a veces muy rápido y, como el tiempo, parece que huye, así, tal y como dices. Bonitas y reflexivas letras acabo de leerte.
Te dejo un abrazo, para que se quede contigo el tiempo que tú quieras.
Puede ser es halo que dices querida Mila, sí... La nostalgia me hace ser así a veces.
Borrar¿Es verdad que ese abrazo se va a quedar conmigo todo el tiempo que yo quiera? Uhhhh no se irá entonces!
Otro inmenso para ti de permanencia voluntaria ☺️. Y un besito también. 🌹🌹🌹