EL AMOR DE UN FAN

Son aquellos seguidores fieles de un artista que les mueve, les sacude y les hace soñar.






Son todo un caso, sin ell@s, quien derrama su trabajo incansable a través de los años quedaría un poquito solo. Ellos le acompañan sin fatiga, le aplauden hasta el delirio y están al pendiente de cada cuestión incluso de sus vidas.


Un ejemplo:


Allá por los 60's... Recuerdo con cariño a quienes se arremolinaban juntando posters, hacían filas largas horas para lograr una firma, una foto y quizá una sonrisa de su artista. Lo llevaban a casa en los acetatos que hacían sonar por horas y horas de absoluto gozo, siempre queriéndole, siempre siéndole fiel. 



De años más recientes se da la misma historia. Cambian las modas, cambia el artista, cambia la vida. Pero la manera de seguirlo incluso se ve favorecida por tanta información que pulula por los medios de comunicación. La comunicación se va refinando a tal punto que parecieran tenerle casi entre sus contactos. Más televisión, más prensa, más revistas de novedades de último minuto. Y el fan sigue allí pendiente guardando las revistas, recortando artículos, fotografías. Y ahora en esta era digital, claro, guardando mucho, pero mucho material. Cuando hay un tiempo extra a mano, se sientan alrededor de una mesa juntando todo su material, comparando, rememorando en los corazones esos días del ayer que vuelven a ser hoy aplicando aquello de que "recordar es vivir", y así viviendo una y otra vez esas memorias que quedaron plasmadas como un tatuaje vivo. 


Siguen guardando posters, siguen guardando cualquier cosa que les recuerde esos minutos que le han tenido cerca y que conservarán por siempre como fieles ojos siempre abiertos y con voz para recordar que aquello, sí que sucedió. Se estremecen al verlo.


Siguen pasando los años, se acumulan recuerdos, los rostros denotan con alegría los tiempos vividos: ha surgido alguna marca en el momento de sonreír, en la mirada unos pliegues que dicen "he estado aquí por siempre, y lo seguiré haciendo".



¿Se le puede llamar amor? Sin duda. El artista es alguien que ha marcado las vidas y se ha vuelto parte de ellas. Cada uno de los seguidores ha continuado con su vida a la par: se ha casado, ha tenido hijos y ahora son ellos los que escuchan las canciones que su padre o madre han vivido y con las que han latido. De alguna manera les gusta saber, paladear, lo que a  ellos les ha colmado tanto ese vivir. 



En todas, todas las épocas eso se ha dado. Y en los tiempos que vivimos justo ahora, ¡Qué decir! Las redes sociales, el internet y la forma de estar aún más cerca y más enterados de todo aquello que su artista está planeando, y hasta la manera en que está viviendo. Realiza "en vivos", a los que se conectan todos los que le siguen y le admiran, el artista incluso les participa hasta para de su intimidad y su vida familiar. 



En los años de la juventud se sienten las inevitables "maripositas" en el estómago. En los años de la madurez, el recuerdo de esas sensaciones preciosas junto con las propias de los tiempos que se viven. ¿Qué ha cambiado? El natural fluir de la vida las acomoda y adecúa a los tiempos. Quizá hay más calma, pero mucha emoción, parecida a la de aquellos años. Más que parecida, alimentada por el saber que ha transcurrido tiempo y al artista se le ha seguido al punto de casi poder (o sin el "casi") responder un cuestionario de la A a la Z sobre cada detalle de sus avances durante todo ese tiempo.


Esto pudiera sonar trivial, pero no deja de ser una total maravilla. Es casi un fenómeno de amor manifestado a través de las distintas épocas de la vida. Un amor muy al estilo del "fan", pero que es totalmente real. 


Música: discos, firmas, presentaciones en vivo. 


En cuanto a la Escritura: los libros editados año con año, las emociones de las primeras lecturas y la evolución del pensamiento tanto del que emite como del que recibe, adecuándose a la vida. 


Teatro: cuando ese artista nació a los escenarios, sus travesías, caídas y vuelta a levantarse, las nuevas producciones con más madurez y las "tablas" que da la experiencia y el aprendizaje acumulado. Todo esto, se nota en su aparición y los aplausos de reconocimiento por lo sembrado a lo largo de los años. Cariño, admiración y pasión se juntan en un aplauso que deja rojas las manos por toda la efusividad que representa ese gesto de admiración, gratitud y reconocimiento a quien allí sigue dando de sí y se produce la magia de la catarsis. 


Todo en esta vida se traduce en emoción, y quien no la siente o no la vive se está perdiendo de algo grande, gigante. Al cabo, estas son las cosas que nos llevaremos al partir. Vamos ligeros de equipaje pero llenos de emociones y vibrando siempre al son de una canción, de la música de un poema, del silencio agradecido después de un tropel de emociones. 



Estas compañías hacen que nuestros momentos sean más intensos, más plácidos, más nuestros y plenamente eternos.


Sin rayar en lo que se llega a convertir en fanatismo, desenfreno y esas cosas, un fan es un ADMIRADOR. Por ellos, el artista está de pie. Su arte se convierte en parte de la vida de todos. 


Ambos, artista y admirador, son parte uno de la vida del otro. Se complementan. Dan y reciben. 


Cómplices de vida


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Comentarios

  1. Hola Maty, bonita entrada, curiosamente yo nunca fui "fan" de nadie, pero algunas de mis amigas sí, y pude ver de cerca la emoción, los nervios, las ansias que generaba en ella la perspectiva de un concierto o de poder coleccionar algo especial. La emoción era real y en aquella época se me hacía muy tonto pero con el tiempo ahora lo veo diferente, es una afición muy respetable y si los hace felices está perfecto.

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    1. Hola Ana! Yo tampoco lo fui a ese grado, pero ¿Creerás que tengo amigas en la actualidad que siguen igual? Me dan mucha ternura. Si no hacen mal a nadie, ¡Que sean felíces!
      También recordé mis épocas de secundaria y lo que hacían mis compañeras.

      Un fuerte abrazo Ana!

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  2. Una gran entrada, Maty, daría para mucho debate. Tanto por parte de los famosos como de sus fans. Creo que ambos se aportan algo que necesitan o buscan. Un abrazo 😘 No me deja publicar con mi perfil. Besos Mar (tintaenlasolas)

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    1. Hola Mar! Gracias por estar y por decirme que eres tú, que muchas veces los caprichitos cibernéticos nos hacen estas cosas.
      Sí Mar, daría para mucho el tema. Abrazo grande amiga!

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  3. Me ha encantado esta reflexión, es curioso, pero mi último relato para el Concurso 'El Tintero de Oro' es una historia de amor de una admiradora por un actor de teatro. Nunca me ha gustado el término o expresión 'fan', que deriva del latín 'fanaticus' es decir fanático/a. Soy más partidaria del concepto 'admirador/a' al menos con ese sí que me identifico, con el otro no. Admirar es bonito y sí es un tipo de amor, no sé si platónico, irreal, fantasía, pero no por ello deja de ser amor, aunque en los tiempos que corren se menosprecie y minusvalore. Enhorabuena, me ha gustado muchísimo. Un fuerte abrazo!

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    1. Muchas gracias Mayte! Entiendo y respeto, incluso tienes razón en cuanto al término "fan" contra el de "admirador", correcto en nuestra lengua. Sucede que creo que se me ha pegado.
      Sí, es una forma de amor. Una de tantas caras que tiene el amor! ☺️

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