UN ENERO MÁS
¡En la vida es todo tan, pero tan relativo! Hace nada estábamos recibiendo un nuevo año y ahora estamos recibiendo el segundo mes. Termina un Enero más.
Parte de lo lindo de esto de arrancar hojas del calendario es la nueva oportunidad que surge cada una de las veces. Cada segundo, cada instante. La vida, sí, nos sigue brindado (ojalá fuese igual para todos) una nueva oportunidad. UN DÍA A LA VEZ! Así es para los que tenemos la suerte y bendición de continuar aquí participando del milagro, hoy de nuevo.
Siempre me han encantado los calendarios, siempre. Y arrancar las hojitas, aparte de todo, me trae lindos recuerdos. Entre mis "rituales" de juventud estaba guardar todas para después quemarlas el último día dando gracias por todo.
La cuestión es que surgen nuevas oportunidades, aunque a veces disfrazadas de problemas y a veces de dolores. El tiempo pasa de prisa, pero lo alargamos cuando estamos pendientes de cada uno de los regalos que un nuevo amanecer nos ofrece.
Jamás podremos saber lo que ocurrirá al día siguiente. De hecho, el futuro es una ilusión -así sea mañana-. Lo único que tenemos es este momentito. La suma de muchos de estos, es lo que va formando la vida y es así como podremos vivirla realmente.
Siempre he expresado mi temor, casi "terror" por la gente que vive sin vivir. O dicho de otro modo, simplemente "existe". Lo patético que es (porque sucede a muchos) llegar a una edad en la que ya mucho por delante no hay, cuando el final se acerca y se llegan a percatar del tiempo perdido, no vivido, no reconocido.
Enero es un mes frío. Lluvia, viento en esta parte del Norte del mundo. Caminando por la calle, aún resuenan los recuerdos de los últimos días del año. Esos días donde hay algarabía, mucha nostalgia también, fiesta por dentro y por fuera, días que pareciera que no se van a terminar, se hacen más largos precisamente por ese deseo de extender esos momentos, de atraparlos en un "sin fin" que no existe. No, no existe. Es simplemente que son momentos que deseamos extender, prolongar en aras de evitar la incertidumbre que tenemos cuando "volvemos a la realidad".
Pero bueno, tanto esa algarabía como los días que llamamos "comunes", cuando comienza nuevamente eso que llamamos "rutina", son parte de esta realidad.
Para unos es más complicado que para otros: todos los seres humanos somos diferentes, únicos e irrepetibles. A algunos nos cuesta más "soltar" eso que nos hace sentir confort y seguridad.
Lo que sí es seguro, es que el cambio es constante. Y mientras tengamos la buena fortuna de que este ciclo se repita y se vuelva a repetir, es que estamos siendo partícipes del milagro de la vida.
Este frío nos hace sentir una gran necesidad de cobijo, pero de cobijo humano: ese abrazo que sea largo, muy largo. Por la noche, una manta hace ese papel de "protegernos" con un calorcito, el hogar y el techo que son nuestra guarida y nuestro templo.
También el recordar ese tiempo en que la abuelita nos decía algunas palabras de infinito amor, se hace presente como parte de ese cobijo porque, si bien ella ya no está físicamente, sí está su calor.
Y... FEBRERO se asoma. También hay frío, aún en pleno invierno. Aunque ya prácticamente no existen las estaciones, pues este cambio climático hace que tengamos unos días que antes jamás soñamos. "Mes del Amor"... Dicen, pero todos los días lo son.
Mientras sigamos arrancando esas hojas al calendario, tenemos espacio y una hoja en blanco con todo lo que esto implica: OPORTUNIDAD, ESPERANZA, LUZ, ESCRIBIR LA HISTORIA DE ESOS MOMENTOS CON LA LETRA MÁS DEDICADA, MÁS AMOROSA.
Feliz Febrero!
Muy bonita reflexión y verdadera, así es, arrancar hojas al calendario es darle una nueva oportunidad a nuestra vida y VIVIR, en mayúsculas.
ResponderBorrarA mí enero se me ha hecho largo, pero ya febrero va cuesta abajo.
Un abrazo y buen mes. 😊
Muchas gracias Merche. Y sí, nuevas ilusiones, verdad? Que estés de lo mejor! Un abrazo 😚
BorrarNecesitamos medir el tiempo porque sabemos que un día se acaba. Mientras, tenemos toda una vida de ventaja.
ResponderBorrarAsí es Cabrónidas, toda una vida! Dure lo que dure, es toda una vida.
BorrarMaty, a mi también me gusta el calendario y arrancar las hojas mes tras mes, pero no sabía eso de quemarlas al final del año. Una buena entrada para recibir febrero y una bonita canción. Un abrazo😘
ResponderBorrar¡Otra cosa más en común querida Mar! Lo de quemar las hojitas era cosa mía, una de mis locuras.
BorrarOtro abrazo para ti 😍🥰
Hola Maty, linda reflexión, mientras hay vida, hay esperanza. El calendario da fé de ello, con sus hojas que se llenan de vivencias, que son testigos de lo que nos acontece. Por supuesto hay que tratar de disfrutar, ¿a esta vida venimos a vivir o a durar? (es el dicho de un amigo). Por supuesto hay que cuidarnos, pero de NO VIVIR. Saludos...
ResponderBorrarMe gusta la frase de tu amigo! Le da más sentido a todo esto de lo que estamos comentando. Un abrazo Ana!
BorrarQUE BONITA TU ENTRADA QUERIDA ERES MARAVILLOSA CUANDO ESCRIBES TUS LETRAS
ResponderBorrarGracias Mucha! Bueno verte...
BorrarUn Enero más tachado en el calendario donde salieron propósitos nuevos para conseguir, espero que los consigáis cada uno de ellos. Un saludo de ANTIGÜEDADES DEL MUNDO.
ResponderBorrarEspero lo mismo y más para ti también, Jerónimo. Un abrazo.
BorrarHola, Mary!
ResponderBorrarLos calendarios y las agendas me encantan.
Bonito ritual el de quemar al final del año los meses. Y muy importante "dejar ir". Bonita reflexión.
Un abrazo gigante!