SI NO CREYERA

  Si no creyera, 

Si no viviera.

Digo lo que veo, veo lo que vivo. Si callara, no sería yo el alma que me habita, sería solamente un trozo de carne sin sentido y sin fundamento.

Si no doliera eso que carcome, un témpano de hielo no tendría sentimientos. Para eso es hielo, para no tenerlos. Para congelar, para extinguir con su heladez y quemar profundamente.  Si no doliera, pero... 

Si no caminara las tierras ajenas por cualquier motivo estaría lejos de tantos que bien alejados están ya. 

El alejamiento, el dolor, la indiferencia: tremendos males de este y de todos los tiempos, que han existido desde que el mundo es mundo pero que, por una razón u otra, en este instante de vida se hacen más palpables y son más mortíferos.

La razón de mi equilibrio es danzar en la apatía y no dejarme quemar por su pereza. 

Si ya nada doliera, la NADA nomás.

Por eso y muchas cosas más

ME SEPARO

del dolor y del sufrimiento. Si bien son parte de la vida, cuando innecesariamente tocan a la puerta de tu vida estancándote y arrojándote hacia arenas movedizas hay que sobrevivir irremediablemente. 

No somos objetos de un solo uso, somos humanos amando. 

🌹

"Abrir las puertas,

quitar los cerrojos,

abandonar las murallas que te protegieron,

vivir la vida y aceptar el reto,

recuperar la risa,

ensayar un canto,

bajar la guardia y extender las manos,

desplegar las alas e intentar de nuevo,

celebrar la vida y retomar los cielos".

Del poema

"No te rindas", de Mario Benedetti