MAGIA EN ABUNDANCIA: EL CIRCO.

Participación en el reto de Mercedes Soriano Trapero, autora del blog literatureandfantasy.blogspot.com

Literatura y Creatividad

Mes de Mayo, 2024

Tema: EL CIRCO.

SOLILOQUIO 

Aquí de nuevo, en mis adentros. En mi "yo", en mi vida. Qué cosa linda y qué gran privilegio es guardar tanto y tanto con el paso de los años. Y así sin más, de pronto y sin yo llamarlos, vienen a mí recuerdos que me llenan.

Esta vez, viene a mí aquel CIRCO. Era muy chiquita, diez años a lo sumo. Pero me sentía grande porque iba con mi hermanito, el chiquito. Tengo muchos de los recuerdos difusos en blanco y negro pero algunos de ellos a todo color. Mi hermanito llevaba pantaloncitos cortos y una boina, era el pequeño más tierno que conocí. Recuerdo que en su vestimenta predominaba el color verde, de la mía no recuerdo absolutamente nada. Pero la sensación de su pequeña y tibia manita detenida por la mía, esa la siento aquí y ahora. 

Es la única vez que nos llevaron al circo. No sé qué me era más emocionante, si el espectáculo o la emoción de ese niñito al que adoraba. Bueno, nuestros primeros años de vida fueron de total hermandad y amor. Elefantes! Tigres, monos y las cosas que hacían. Era toda una fiesta. En ese tiempo, yo no era consciente de la cuestión animal, de todo lo que esos seres sufrían. 

Cuando veía en el aire a las trapecistas haciendo todos sus malabares las admiraba hasta no poder más, a la vez tenía mucho miedo de que algo malo les pasara. Mi mamá me tranquilizaba al enseñarme esa malla grande que había debajo de ellas. Una en especial, la estrella de la noche y con un cuerpo escultural con muy poca tela encima lucía tremendos brillos en ese atuendo, algo en su cabeza que la hacía ver más estilizada y las piruetas que hacía en el aire me tenían con la boca abierta y admirada de la elasticidad de ese cuerpo que en un solo segundo se colocaba en diferentes posiciones, movimientos abruptos hacia un lado y hacia el otro. Algo que también se me quedó grabado es el acto en que se sostenía con la boca de "no sé qué" y giraba a una velocidad brutal para después detenerse y usar la cuerda para cambiar de posición, provocando los aplausos y admiración de todo el público presente.

Pero de todo, la mejor parte fue el final. Mejor, en varios sentidos. Mi hermanito gritó como loco cuando vio a personaje de Batman, tan de moda en ese tiempo. Al tiempo que salía el Batimóvil y también hacía sus acrobacias al ritmo de la música con la que comenzaba cada tarde su programa de televisión, imperdible para nosotros. Gritaba "Baaaatmannnnnn Batmannnnn"... Y estuvo así todo lo que duró su actuación. Cuando esta concluyó, lo sostuve de la manita y bajamos las escaleras hasta llegar al personaje. ¡Era el momento de saludar a Batman en persona! Y así lo hicimos. Tengo tatuada en la mente su imagen, esa carita de niño bueno, el más bueno, cuando Batman le dio la mano. Es algo que jamás he podido olvidar. 

De estos momentos está hecha la vida, de la creación de recuerdos que se quedan para siempre como enmarcando cuadros inmortales que al paso de los años nos sacan una lagrimita, muchas sonrisas y mucha ternura.

Ese niño, ahora es un sesentón, un profesional muy exitoso.  No sé si él recuerde esto, ha hecho su vida muy alejado. Formó su propia familia, no creo que en su alma haya tiempo para esto. Es un buen ser humano, pero su personalidad es otra. 

Yo, me quedo con este y muchos otros momentos que nos unieron tanto en la infancia. Los hermanos son los primeros compañeros de vida, con ellos descubres el mundo de fantasía y mucho de realidad también. Quedan para siempre todas las anécdotas, todo el cariño y muy en especial, hoy, ahora, ese recuerdo que me dejó ese CIRCO tan mágico. 

El Circo Provoca Ilusiones