LA MAÑANA DEBE SEGUIR GRIS

 ¡Teatro, más Teatro!

Toma nota, si vienes a la Ciudad de México. Estará  este mismo mes de Agosto y también  en Septiembre. 

Preciosa esta obra basada en el libro de la autora Silvia Molina. Una obra fresca, deliciosa. Acreedora además al premio Xavier Villaurrutia 1977.

Se desarrolla en aquellos años que los jóvenes sólo conocen por referencias, y los demás tuvimos la suerte de vivirlos: los 60's, (69 para ser más exactos)... el primer paso del hombre a la Luna, la desapariciones de los Beatles. Realmente evocadora y memorable. 

Fotografía del programa de la CNT editada por Maty Marín 

Gris, gris el color que permanece y que nos hace ver todo de esa manera por ser un ambiente londinense. Se siente el frío en verdad. Nos hace realmente estar en esa atmósfera, la protagonista viaja a Londres para estudiar siendo una jovencita ávida de vivir, todo para ella es nuevo; incluso el encuentro con el primer amor, su maravillosa primera vez. Una historia real, puesto que de quien ella se enamora es el escritor José Carlos Becerra. Coinciden allí debido a que él es acreedor a una beca y busca ampliar su mundo, ella desea convertirse en escritora. Surge un amor (para ella el primero) a pesar de la diferencia de edades. Se interrumpe con la muerte de él debido a un accidente automovilístico, lo cual la deja a ella pasmada. 

Nos pone a pensar si se trata de la vida de la autora, trataré de descubrir más con la lectura del libro. 

La obra está narrada en una original forma de "diario", en la que ella cuenta suceso por suceso. Es una actualización impecable y llena de frescura.  Se demuestra también que no es necesaria una escenografía demasiado elaborada cuando hay este talento que transporta de semejante manera, puertas imaginarias, salones a los que ingresan los actores podemos ver claramente sin necesidad de estar allí. El aplauso de pie del público al finalizar es la muestra palpable de que todo fue estupendamente logrado. 

Fue lindo intercambiar unas palabras con la escritora Silvia Molina, con una trayectoria impresionante, y quien fuera becaria del Centro Mexicano de Escritores, para el cual tuve la fortuna de colaborar. 

Dirige Sandra Félix y ella misma adapta junto con Angélica Amparán. Actúan Estefanía Estrada, Roldán Ramírez, Dulce Mariel  y Miguel Cooper.  Vuelvo a exaltar (no me canso de hacerlo) los esfuerzos de esta maravillosa Compañía Nacional de Teatro y las actuaciones sobresalientes de los actores que, bajo su cobijo, son parte del elenco estable de la misma y su trabajo, talento y disciplina son tan notables como lo fueron los de aquellos artistas que vieron nacer a la Compañía hace casi cincuenta años. 

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  ¡Que Viva el Teatro!