EL ETERNO PRESENTE

 La vida es un eterno presente... Mientras dure.

Una canción dulce me recuerda un tiempo en que la primavera era motivo de inspiración, alegría.

Las notas musicales me provocan una ternura que me sobrecoge esta noche de otoño.

Pienso en el mar y todo lo que allí soñé, palpé, agradecí. Sí, eterno presente. Yo soy esa marioneta de la vida que pactó con ella para siempre acariciarnos mutuamente. 

Eterno presente...

Cuántas veces las manos sedientas acariciaron el rostro propio en la espera de esa promesa... Es otoño, y a la vez la primavera sigue sonriendo como esa vez primera.

Me regalo ese Cielo, ese sol candente, esa espuma de agua yendo, viviendo, diciendo de todo, pasando por mi vientre y por mi pecho.

Unos aman, otros quieren amar. Y como sea, el amor es el centro de todo. La ilusión es la misma de la vez primera. ¡Tendré quien me quiera! ¿Sí?

Flores, amor, amor, flores, Sol, mar, pececillos, Dios a mi lado.