TEATRO MEXICANO, EL ALETEO

 Así lo ha querido llamar la Directora de la Compañía Nacional de Teatro de México Aurora Cano: MEXICANO. Tal cual nos nutrimos de las maravillas del teatro de cualquier país y nivel, así como lo  a nuestra cultura e ideología, así también ella quiere que se distinga de manera particular el sello distintivo de lo nuestro, muy nuestro, orgullosamente nuestro. Y aunque el orgullo de la sensibilidad plasmada no tiene fronteras, aquí un detalle de puntualizar que México tiene lo suyo, muy propio, muy único y un gran aporte a la cultura a nivel mundial.

Así como disfrutamos a Juan Ruíz de Alarcón, a Shakespeare, a Alejandro Dumas, a un sinnúmero de autores que a través de las letras y facultades histriónicas de los protagonistas que dejan el alma en el escenario, así un David Gaitán, ya conocido también a nivel internacional, hace en esta obra una labor única de plasmar en letras para posteriormente ser interpretada, una obra que es una amalgama de arte, de un mito como es el del jaguar, extrae la similitud con el rugir de la tierra durante un sismo, episodio que frecuentemente se repite en esta tierra y que nos hace vivir momentos de estrés y de total angustia. Aquellos momentos que nos trasladan a un estado de shock que no sabemos en qué terminará.

En esta ocasión, traslada también todo este escenario a una visión política de manejo de situación extrema que está en manos de la Presidenta de la República. Todo esto causa momentos que llegan a ser cómicos, arranca buenas risas que rompen un poco con lo ríspido del caso extremo que se maneja... Según las predicciones, ¿Temblará, o no, o qué es lo que sucederá? ¿Cómo manejar a nivel público una situación que muy individualmente nos expone a un extremo en el que todo puede cambiar y en el que tanto podemos perder?

Una puesta en escena extraordinaria que hace ver que lo que produce en la actualidad la Compañía Nacional de Teatro de México cuenta con un talento de la magnitud del otrora teatro de hace treinta o cuarenta años, mismos en que esta unión de talentos sin igual sí tiene un paralelismo con lo que sucede  en estos tiempos. Con sus diferencias, con su evolución dentro de un tiempo y un espacio donde el cambio es lo que prevalece, sin menoscabo de la expresión de talentos y ansias de todos ellos de sacar a flote por medio de su trabajo una expresión de su inteligencia y sensibilidad en pro del teatro que, siendo mexicano, obvia y naturalmente es UNIVERSAL, irremediable y afortunadamente. Todos en un conglomerado y derroche de arte. 

Distingue a lo ocurrido antes y lo que sucede en la actualidad una variación de la exposición a nivel mediático. Me refiero en particular a una época antigua en la que aún los grandes que se presentaron tenían un renombre a través de los medios televisivos, cosa que no ocurre ahora. Sin importar ese punto, el afán por el arte es el mismo, sin importar en lo más mínimo esta situación. Es auténtico, es extremo y no merma en un interés del público también muy ávido de estas expresiones y muy dispuesto a participar de los regalos que el Gobierno nos hace poniendo al alcance de todos obras realmente maravillosas. 

En ocasiones, la razón humana no alcanza a comprender aquellos factores que nos determinan y es parte de esta trama. 

Cabe señalar que la presencia de músicos en vivo, le dan un sabor especial a esta puesta en escena. 

Fotografía de la Página de la CNT, representación de la obra. 

Participantes agradeciendo después de la última puesta en escena




Será acaso que el rugido del jaguar arrase con la Ciudad de México?