LENTO, MUY LENTO

 Respira lento

Muévete lento

Lento, muy lento

Todo lento

Alarga irremediablemente, alarga felizmente esta forma de vivir

La prisa es la asesina de la vida

Lento llega todo, lento camina hacia la salida

Rapidez es turbulencia y una forma de extinción sin conciencia

Perder la conciencia es el fin, pero sin principio. Es lo mismo que nada.

Todo llega a su tiempo, espera el amanecer así:  l e n t o

Rápido no será, llegará en su momento

Si la noche espera al día, ¿Por qué no esperar respirando lento, muy lento, los aconteceres?

Acontecer con las cosas que llegan, la sorpresa las mira así todo el tiempo. El acontecer es constante así no se mueva una rama. 

Pero todo lento, se nota, se paladea, se disfruta, se saborea, ¡se queda para siempre!

¿Que "siempre" no existe? 

Pregúntaselo a 

L

E

N

T

O

Y así ese Diciembre... Uno ya del ayer, que es igual a hoy, la mujer caminaba con el fresco en su cara cuando se sentía el ambiente navideño. Cerca se escuchaba la música, la gente festejaba como si fuera el último día. Ella los escuchaba despacito. Se sentó en la jardinera, al mirar hacia arriba ese árbol imponente la saludaba, ella también a él.

La prisa no estaba presente, estaba el sentir y el oler, el respirar. Suspiros también. En la mente ocurría algo extraño, disperso. Tan extraño como común, sucede a menudo. Como no querer la prisa para nada, como haberla erradicado por razones de supervivencia. Un amotinamiento de sensaciones que tranquilas se plasmaban en cada área del ser, para lograr ese pedacito de eternidad. 

Un pedacito de eternidad...

Uno nomás, 

Es la fuerza del siempre.